ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA CRIMINOLOGÍA
Se
afirma corrientemente que la Criminología como ciencia nace al publicarse, en
1876, la obra de César Lombroso
titulada "El delincuente en relación
con la Antropología Criminal", que inaugura una visión biológica y
fuertemente determinista del comportamiento criminal. La posición
"Antropológico criminal" que dirige Lombroso crea el concepto de
"Delincuente nato" que
supondría un 35% a 40% de la criminalidad visible y en sus otros tipos -delincuente por pasión, delincuente loco,
incluso delincuente por ocasión-
existiría una fuerte carga endógena, anormal, que transforma los problemas
económicos, sociales y emocionales simplemente en reveladores de una
personalidad predispuesta al delito por causa anátomo-fisiológico-psíquicas.
(estigmas).
La
obra de Lombroso y las otras de la escuela positivas suponen:
a)
La
delimitación de una nueva disciplina o ciencia (criminología) en cuanto se
advierten objeto, sistemas y métodos peculiares.
b)
Un
núcleo conceptual sobre el delito y la criminalidad que implica una forma sui generis
de percibir el fenómeno.
La
primera circunstancia permite dar por nacida a la Criminología. La segunda
supone un planteamiento, en general, de la tesis que subraya en el delito
individual el fuerte aporte de los factores endógenos.
Otros
autores estiman que la primera base científica de la Criminología se encuentra
en la escuela llamada "Cartográfica"
o francobelga, que con autores tales como Quetelet y Guerry examina los
movimientos en las tasas de delito en largos lapsos y pretende vincular los
movimientos en los guarismos, con cambios económicos, políticos o culturales.
Esta posición teórica sería obviamente acentuada-en el siglo XIX- por los
primeros autores de orientación socialista, que ven la base de todo delito en
los defectos de la infraestructura social y en las desigualdades
socio-económicas conexas a ella.
Se
atribuya el mérito del nacimiento de la
Criminología a Lombroso por un lado o a Quetelet y Guerry, por el otro, lo
cierto es que a fines del siglo XIX, en especial en los Congresos de
Antropología Criminal, se precisan los dos extremos del continuo causal; para
algunos, el delito deriva principalmente de anormalidades basales del
delincuente, para otros, la causación social es la predominante. Entre ambos
extremos del continuo ha de surgir una orientación psicológica, que subraya
peculiaridades del delincuente en el ámbito psíquico, con relativa
prescindencia, en tales peculiaridades, de la base biológica o sociológica.
PRECURSORES
Pese
a que el nacimiento de la Criminología se sitúa en el siglo XIX, existen
algunos antecedentes que nutrirán el pensamiento científico posterior.
Consideraciones sobre el delito, su génesis, su forma de expresión, las formas
de prevenirlo o reprimirlo, las cuales, han sido expresadas, desde la
antigüedad, por filósofos, políticos, teólogos, artistas.
Pueden
mencionarse, en este sentido:
a)
Consideraciones
de Hipócrates (todo es el producto de la locura).
b)
De
Platón (Fundamento económico de la criminalidad, pasiones y alcohol como
factores criminogénicos, aspectos intimidatorios de la pena, necesidad de reparación
de los daños)
c)
De
Aristóteles (El crimen político y las revoluciones derivan de la insaciable
avidez de riqueza y honores, influye en el delito el crecimiento
desproporcionado de partes de la ciudad, lo superfluo y no lo necesario, es
origen de los grandes crímenes).
d)
El
diseño magistral de "dinámicas delictivas" en Esquilo, Sófocles y
Eurípides.
e)
Ciertos
conceptos de Santo Tomás de Aquino (la pobreza es, por lo general, una ocasión
de robo).
f)
La
alusión de las Siete Partidas al mecanismo de los delitos colectivos
("Crecen los corazones y merman los cerebros").
g)
Las
descripciones de delincuentes realizadas por Dante, Shakespeare y Racine.
h)
La
atribución del delito a factores económicos y sociales, en especial el influjo
de la pobreza. En el pensamiento de filósofos tales como Erasmo, Descartes,
Voltaire, Rousseau
i)
El
pensamiento de Tomás Moro, que en 1516 alude a la falta de empleo y medios de
subsistencia, a ciertas actividades económicas egoístas, al beato insultante y desmoralizador
del rico, a la inutilidad de la sanción cruel ya la necesidad de que la pena
asuma un fin más preventivo que represor y se repare el daño causado.
j)
La
evolución de la pena, desde el castigo corporal y la pena de muerte hasta la
privación de libertad como castigo, que amplía progresivamente sus márgenes
desde la segunda mitad del siglo XVI.
k)
La
propia evolución del Derecho Penal, que con Beccaria (1764) exhibe ya un sistema
que asegura publicidad, legalidad, igualdad.
TEORÍAS PREDOMINANTEMENTE BIOLÓGICAS
Las
teorías predominantemente biológicas -en su mayoría- advierten en todos los
criminales una relativa diversidad o peculiaridad humana, un fuerte territorio predisposicional
ante el cual los estímulos ambientales -meros reveladores- carecerían de
profundo relieve.
Es
ésta la posición de Lombroso, que postula la existencia, en todos sus tipos de
criminales - incluso el ocasional- de anormalidades de variada gama que en
mayor o menor entidad se conectarían con el atavismo, la degeneración, la
epilepsia o la "locura moral".
La
herencia de Lombroso hace énfasis en la "Nature", lo endógeno, por
sobre la "Nurture", lo exógeno, esta se advierte en:
a)
El
neo-Lombrosianismo.
b)
La
genética criminal.
c)
La
endocrinología Criminal.
d)
La
Biotipología Criminal.
e)
La
Citogenética Criminal y en investigaciones modernas.
f)
En
Neuro-Fisiología.
g)
La
Bioquímica.
NEO-LOMBROSIANOS: Son, ciertamente, Hevelock Ellis,
Henry Maudsley y Charles Goring. Ellis advierte en el delincuente instintivo y el
habitual una clara "Insensibilidad moral". Maudsley cree que delito y
locura son productos morales de la degeneración y, al igual que Lombroso, liga
la epilepsia con estigmas físicos de degeneración y con delito. Goring cree en
una diátesis criminal o predisposición constitucional al delito y en cierta
debilidad física y psicosociológica de los delincuentes; para él los factores
ambientales poseen un valor insignificante en la criminogénesis.
GENÉTICA CRIMINAL: La alusión a "Genética Criminal” reúne muy diversas especulaciones:
estudios de genealogías, investigación estadística en familias numerosas,
estudios en mellizos uni y bivitelinos, investigación en hijastras e hijos
adoptivos se han realizado. Con el fin de fundamentar cierta predisposición
hereditaria a la comisión de actos antisociales no sólo por sujetos portadores
de oligofrenias, psicosis constitucionales, psicopáticas sino también por
individuos sanos pertenecientes a familias con algunas de estas "taras". Este tipo de línea de
trabajo alcanza su mayor énfasis en la Alemania de la década del 30;
posteriormente, refinada la metodología en búsqueda de aislamiento de la
variable hereditaria, por Otto Christiansen (1968-1979).
La
más moderna perspectiva de investigación en herencia es otorgada por la
Citogenética, que en los últimos años ha alcanzado notorio desarrollo. En el
ámbito de la Criminología el impacto se hace sentir desde 1965 con el
aislamiento de los cromosomas sexuales o gonosomas y, en especial, en las
décadas del 60 y 70, con el hallazgo de anomalías cromosómicas en algunos
delincuentes graves tales como Richard Speck en Chicago, Sean Farley en Nueva
York y Daniel Hugonn en París. La tesis tiende a vincular comportamiento agresivo,
violento con casos de homicidios, violación seguida de muerte, etc., con
masculinidad exagerada conexa a duplicación del cromosoma (genotipo XYY, frente
al normal "XY").
ENDOCRINOLOGÍA CRIMINAL: La Endocrinología
Criminal, con Nicola Pende, Manfred Bleuler, Benigno di Tullio, etc., vincula
delito con disfunciones de las glándulas de secreción interna, esto es con
desregulación del sistema neuro-endocrino. La tesis cobra máximo desarrollo en
las décadas del 30 y 40 y aún posee prosélitos. Para ella: ciertos
delincuentes, proposición más avanzada, tienen un "tipo endocrino" especial; para otros, ciertos delitos,
proposición más admisible, pueden provenir, en sujetos normales, de desórdenes
endocrinos atribuibles a tumores o aplicación intempestiva o excesiva de
hormonas.
BIOTIPOLOGÍA CRIMINAL: Llamada por algunas
escuelas Crimino-biológica, pretende
relacionar tipo físico (hábito) con
tipo psicológico temperamental e incluso tipo físico con peculiar forma de
comportamiento delictivo, de producirse éste. Conocidas son las proposiciones,
a este respecto, de Ernesto Kretschmer en Alemania (1921). Por su parte,
William Sheldon en los Estados Unidos "Las variedades de la estructura
física", 1940; “Las variedades del temperamento", 1942). No lo son
menos, los resultados relativamente contradictorios de estos estudios: "potencia" criminal aparece asociada
a los tipos atléticos y leptosomático, en las realizadas en Estados Unidos, por
el propio Sheldon y Eleanor Glueck, -el
tipo ectomorfo, relativamente similar al leptosómico de Kretschneraparece
escasamente relacionado con el delito.
CITOGENETICA CRIMINAL: Encontrada en el
último par cromosómico representada por la formula XYY o sea "súper masculino",
y ésta estaba asociado a comportamientos violentos, sanguinario; pero aquí
también falta la prueba Citogenética de diagnóstico diferencial, ya que se
descubre que algunos XYY no han cometido delito y por otra parte existen XXY,
es decir el enucoide, puede también cometer delitos aberrantes como los súper machos.
Con esto queda al descubierto las dificultades para explicar el comportamiento
delictual con su enfoque genetista.
INVESTIGACIONES EN NEUROFISIOLOGIA: Existe hasta
nuestros días desarrollándose una etapa neurofisiológica, iertos individuos con predominio de
inhibición del cortex, Eysenck, tendrían dificultades para un adecuado
condicionamiento y para un adecuado aprendizaje social. Se les plantea a estos
autores las reservas de la respuesta diferencial a los estudios anteriores, no
todos los que tienen esta característica tienen un comportamiento delictual.
INVESTIGACIONES EN BIOQUÍMICA: Subrayan ellas, en
forma general, que tal como al recibir nuestro organismo cuanto requiere -sin carencia ni exceso- y existir una
metabolización adecuada se da una "base
química de la normalidad psíquica" (Werner Wolff); excesos o carencias
de productos químicos recibidos o metabolización inadecuada implicarían una
patología apta para producir alteraciones psíquicas o comportamiento antisocial
o desviado.
La
tesis adquiere mayor brío si se piensa, en un "Siglo de las Drogas", que éstas se han demostrado eficaces
¿medicina causal o sintomática? en el tratamiento de psicosis, que es dable
observar relaciones indirectas y tal vez directas entre alcohol,
estupefacientes, psicotrópicos y
criminalidad y que tal vez se descubran
sustancias químicas aptas para reducir "disposiciones al delito".
En
esta línea de pensamiento, investigaciones modernas han pesquisado:
a)
En
los efectos del hambre irritación, agresividad, embotamiento del sentido moral,
si la alimentación miserable de las prisiones no poseerá un valor causal en la
reincidencia:
b)
En
los efectos de la avitaminosis: "Psiquiatría
Ortomolecular", químicas o desequilibrios metabólicos.
c)
En
las incidencias en la conducta de la hipoglucemia: hipoglucemia con agresión
sexual grave, sobre nivel de azúcar en delincuentes juveniles reincidentes;
disfunción de la glucosa y conducta violenta.
d)
En
el impacto en la conducta del plomo, el mercurio, el cadmio y los gases inorgánicos.
e)
En
el impacto en la conducta de la uremia, que en grados avanzados provocaría
irritabilidad y rasgos descriptivos de tipo paranoides.
TEORIAS PREDOMINANTEMENTE PSICOLOGICAS
Lo
psicológico aparece representado en sus extremos por los instrospectistas,
Freud y por los conductistas u objetivistas con las experiencias de Pavlov a
comenzar de siglo.
Para
Freud todos tendríamos una predisposición al delito, al tener instintos
destructivos, que aun cuando se opongan instintos de amor, el "ello" encuentra en el delito una
vertiente para expresarse. Los que no cometen delitos, para los psicoanalistas,
pertenecen a la criminalidad de fantasía. "Los hombres buenos, son aquellos que sueñan lo que los malos realizan",
por lo que soñaríamos matar, violar, y disfrazamos nuestro comportamiento hacia
el exterior con deseos inocentes. Indudablemente es una tesis también extrema,
la experiencia refleja que estos casos son escasos en la criminología. Un
discípulo de Freud, Adler, destaca el afán de poder, parece que todos al menos,
tenemos cierta fuerza que busca éste, y aquí nos vamos encontrando con una
clave importante para describir el proceso crimino-genético, coherente con los
planteamientos de Merton, es decir las relaciones entre: aspiraciones,
expectativas razonables y logros. Este es un aporte importante para llegar a un
contructo fundamental que es la criminología integracionista que se inicia en
la década del 40.
Dos
menciones más, otra teoría psicológica, la de Frustración-Agresión, propuesta
en los estudios de Dollar, Muller y Mowrer; en el sentido que la frustración es
la que nos lleva a la agresión, salvo que el temor al castigo nos inhiba.
Nuevamente el argumento de la respuesta diferencial: no todos los frustrados
agreden. ¿Todos logramos los sueños en la vida? ¿Llegamos a ser todos reyes o
reinas en la vida? Sin embargo, por qué algunos nos refugiamos en la
mediocridad y otros buscan una compensación en el delito? Estas preguntas no
las resuelve esta tesis.
Otro
aporte, la línea conductista, que llega finalmente en su extremo al Aprendizaje
social con Bandura. Que nace con Watson en su extremo, década del 20, en la que
llegó a señalar "Dadme 100 niños de
buena salud y construiré 100 santos o 100 delincuentes", es el
concepto de Tabla Rasa. El conductismo tiene sus reservas, pero el aprendizaje
explicaría gran parte del comportamiento. Sin duda que sólo una perspectiva
integracionista nos podría resolver las incógnitas. Es obvio de que, ¿Quién soy
yo?, ¿Un pedazo de soma?, ¿Un pedazo de
conciencia?,
¿Un pedazo de ambiente? El delito no surge en un espacio.
me encanto estoy studiante derecho y me fue de suma importancia gracias .
ResponderBorrar